Los sistemas de protección solar no son únicamente elementos de decoración, además contribuyen de manera considerable al confort visual y térmico en nuestro hogar.
Durante el día, el sol va variando su suposición, se esconde, reaparece, comienza a llover… Los sistemas de protección solar tienen que ser capaces de responder a estas contingencias.
Gracias a la motorización y a los automatismos se puede conseguir un eficiente funcionamiento respondiendo a un mayor confort diario seguido de un modesto ahorro energético.
Sensores de viento, de sol, de lluvia, de temperatura interior y exterior, de humedad del aire… hacen posible la seguridad y la fiabilidad de los sistemas de protección solar.
La comodidad y la seguridad obtenidas a la hora de incorporar de motores y automatismos es ampliamente valorada por los usuarios. Su instalación rápida y sencilla, con sólo un punto de alimentación y gracias a la tecnología vía radio, resulta posible controlar una serie de toldos en una casa en combinación con un detector viento/sol, con una instalación sin complicaciones, cableado ni trabajos de albañilería.