
Sasha Obama pudo disfrutar ayer de su primer día de playa en Marbella. Su madre, sin embargo, no pisó la arena y permaneció, al borde del mar, oculta bajo los toldos de un campamento improvisado en el Beach Club del hotel Villa Padierna para protegerla de los objetivos de los reporteros. Pese a la prometedora blusa, muy escotada, con que el pasado martes recorrió las calles de Marbella, Michelle Obama no quiso mostrarse en traje de baño ante el abundante público que se agolpó tras la zona acordonada por la Policía con la intención de asistir, de lejos y finalmente en vano, al chapuzón de la primera dama.