
Un buen toldo no se limita a una simple lona que da sombra. La importancia de la protección solar en las nuevas edificaciones se dispara, dado que un buen estudio previo sobre la orientación del sol y su incidencia puede ser muy útil para instalar nuevos y revolucionarios sistemas domóticos en los proyectos arquitectónicos. Dichos sistemas pueden llegar a producir un ahorro de hasta un 40% en la energía eléctrica, contando sólo el uso de aire acondicionado, reduciendo además las emisiones de CO2 a la atmósfera. Las novedades que están llegando al mundo del toldo nos permiten aprovechar las emisiones solares que queremos, jugando con la orientación del sol y su movilidad sin eliminar ni la iluminación ni la ventilación
Estos sistemas de protección solar pueden llegar a reducir la temperatura del interior de un edificio hasta en un 80%, lo que se traducen en unos diez grados centígrados, aproximadamente. ¿Cómo se consigue este logro?: protegiendo la vivienda de los rayos inflarrojos, que son los que se convierten en calor por la acción del efecto invernadero.